Laureano Turienzo ha publicado en LinkedIn un texto en el que comenta: "El comercio electrónico, tal como lo conocemos, va a morir."
En princípio, nos impacta pensar que la desaparición del comercio electrónico actual podría ocurrir y por eso queremos saber hasta qué punto podemos especular o manejar datos concretos sobre este tema.
Teniendo en cuenta las noticias recientes y las estadísticas, observamos los siguientes conceptos:
La compra online ha experimentado transformaciones significativas en los últimos años y las tendencias proyectadas para el 2024 indican que dichas transformaciones se profundizarán, cambiando de manera permanente la experiencia de compra.
Veamos cómo se relacionan los artículos con estas tendencias:
1) Experiencia del usuario como eje central:
El estudio Veepee-IESE revela que 7 de cada 10 consumidores online compran al menos una vez al mes. La gratuidad en las entregas es crucial: 9 de cada 10 consumidores prioriza recibir su paquete sin coste.
El Economista destaca que el 2024 trae consigo una profunda atención a la experiencia del usuario (UX) en las plataformas de comercio electrónico. Interfaces intuitivas y procesos de pago simplificados son clave para fomentar la fidelidad del cliente y aumentar las ventas.
2) Personalización impulsada por la Inteligencia Artificial (IA):
La Razón informa que los españoles gastaron más de 3000 euros de media en compras online en 2023. La IA seguirá siendo crucial para la personalización en el comercio electrónico.
Real Trends Blog predice que la IA se basará en el análisis de datos del cliente para ofrecer recomendaciones de productos altamente relevantes. Desde preventa hasta postventa, la personalización se centrará en hablar de manera única a cada individuo. 3) Compras a través de plataformas sociales:
Cinco Días señala que Internet no cierra la tienda de barrio, aunque las redes sociales también se hayan convertido en destinos directos de compras. Instagram, Facebook y TikTok incorporan funciones de compra.
Las empresas deben generar contenido constante en redes sociales para mantener una presencia activa y atractiva. Las campañas publicitarias dirigidas a audiencias específicas son esenciales.
Además de esa recopilación de necesidades y adaptaciones a los consumidores, disponemos de las estadísticas que nos revelan los números en sí mismas. Observando los datos de Doofinder, es obvio que el comercio electrónico está en pleno crecimiento y que dicho crecimiento se relaciona directamente con el Covid-19. En su análísis de ventas por internet, Doofinder utiliza información de Statista: web dedicada a recoger datos fiables sobre estadísticas y proyecciones que, en este caso, se ha centrado en el comercio electrónico (ecommerce).
El comercio electrónico ha experimentado un auge significativo en los últimos años y su impacto en la sociedad y el medioambiente es cada vez más relevante.
Esta coyuntura, desde un enfoque ético y ecológico, obliga a cumplir con las regulaciones y, no menos importante, a adoptar prácticas responsables que beneficien, tanto a los consumidores, como al medioambiente.
Así mismo, el consumidor debe tomar decisiones bien fundamentadas y apoyar empresas que compartan sus valores éticos. La responsabilidad no sólo debería caer en las empresas que, aunque tengan recursos y programas medioambientales, su objetivo final es ofrecer su producto al cliente y convencerle de que lo necesita; también, esa responsabilidad deberia proceder de cada internauta que, cada vez que busca algo, termina comprando el artículo de su interés y algo más.
No olvidemos que la venta online ofrece servicios que no existen en las tiendas físicas, lo que propicia un consumo fácil y excesivo, dada la comodidad que supone para el cliente. Un ejemplo: el empaquetado del producto (packaging) con su plástico protector y su caja para la entrega.
Hay que tener consciencia no sólo de este consumismo desenfrenado de lo que, en realidad, no se necesita, sino también de todo lo que viene anexo a ello. Y, cuando afirmamos que no es sostenible, es porque hay demasiados gastos, además de los de fabricación, de logística. Eso implica, desde el transporte de la materia prima a la fábrica, hasta todos los traslados que hace cada fase del producto para llegar al cliente final. Y no es que sea insostenible solo para las empresas, es insostenible también para el medioambiente.
Otro asunto a tener en cuenta es el monopolio que tiene 5 empresas en el mundo del comercio electrónico. ¡Estamos hablando del control del mercado, de precios y de datos sobre la información de consumo global! Y para este tema, es obvio que necesitamos una legislación mundial, como afirma Laureano. Pero... se nos va de las manos; todo está ocurriendo tan rápido y de forma tan desordenada, que no da tiempo a legislar sobre aquellos temas que son realmente importantes.
En resumen, el futuro cercano del comercio online se caracteriza por una experiencia centrada en el usuario, personalización avanzada y compras a través de redes sociales. Pero hay que actualizarse con todo lo que está evolucionando en el espacio digital. ¡Y, sobre todo, ser conscientes de que la carga de responsabilidad es de todos!
Otras fuentes de datos:
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